‘𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐟𝐞𝐦𝐞𝐧𝐢𝐧𝐚‘: un término que engloba lo que representan innumerables exponentes de la música nacional. Y no solo es algo presente en la música, sino también en toda clase de labores y acciones del diario vivir. Las mujeres cada vez nos encontramos más empoderadas de nuestras vidas y de nuestro destino, pero lamentablemente debemos seguir luchando para ganarnos el espacio que nos merecemos -y nos corresponde-.
Eso vislumbra 𝐀𝐮𝐫𝐨𝐫𝐚 𝐕𝐨𝐫𝐚𝐳, una banda compuesta por cuatro chicas que, sin pelos en la lengua, transmiten a través de su música y sus letras todo lo que piensan, sin guardarse absolutamente nada.
Hoy están cumpliendo 𝟏𝟏 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚, por lo que además de felicitarlas, quisimos conversar con Sirena, Ilse, Majo y Ale acerca del pasado, presente y futuro de la agrupación.
¡Te dejamos con la entrevista!
Si pudieran resumir su trayectoria, ¿Qué ha sido lo más rescatable, el mejor aprendizaje, lo que quieren transmitir a su público?
Ilse: Si tuviera que resumir nuestra trayectoria, ocuparía las palabras consecuencia y constancia. Si bien hemos tenido algunas pausas, nunca nos hemos separado. Hemos perseverado y trabajado honestamente en nuestro proyecto, le hemos inyectado mucho amor y por sobretodo, hemos sido consecuentes con la música y el rock, que es lo que nos gusta hacer a pesar de los obstáculos personales que muchas veces hemos tenido que sortear.
Sirena: Lo más rescatable para mí es hacer familia. Es encontrar esas compañeras de vida con las que tienes en común lo que más te apasiona: el rock y la música, nuestro padre y nuestra madre. Esta familia ha luchado por mantener sus raíces, el hard rock ha sido la senda, algunos familiares se han quedado en el viaje, pero se han sumado nuevas pasajeras a este camino por la vida “Voraz”.
Majo: El mejor aprendizaje para mí ha sido el trabajo colectivo, unirse para crear, para rockear con convicción y pasión, además de hacer lazos que van más allá del trabajo como banda.
¿Hay algo de lo que se arrepientan como banda? ¿De qué?
Ilse: Personalmente no me arrepiento de nada. Es un lindo proyecto, hecho con mucha pasión. Quizás hay cosas que mejorar en cuanto a planificación, a las metas establecidas, pero nada que no se pueda trabajar, ¡no hay nada de que arrepentirse! Al contrario, ha sido una escuela y nos ha traído muchas alegrías.
Majo: Desde que conocí a las ‘cabras’, desde que entré a ser parte de la banda jamás he tenido la sensación de arrepentirme de algo que hayamos gestado juntas.
Sirena: De algunos catering que no me comí / bebí…(risas)
¿Qué opinan de la actual escena musical chilena y de la evolución del ‘power femenino’ dentro de ella?
Ilse: En los últimos cinco años se ha logrado visibilizar mucho más a las mujeres que hacemos rock. No es que antes no hubiese escena, hace ya décadas que existen rockeras en Chile y ellas han pavimentado el camino para todas las que venimos después. Me parece muy bien que se nos valore y visibilice, que se abran los espacios para mostrar nuestro trabajo de igual a igual. Como banda somos gestoras de un colectivo de mujeres rockeras que se llama ‘Udara’, el cual lleva 5 años creando diferentes espacios para mostrar lo que hacemos las mujeres en el rock, no solo en la música, sino también desde otras disciplinas que mueven la industria musical como periodistas, managers, productoras, fotógrafas, sonidistas, etc. Esto nació en parte porque somos muchas las mujeres que hacemos estos trabajos y hacía falta conocernos, visibilizar lo que estábamos haciendo y generar espacios producidos por nosotras mismas, en base a nuestras necesidades.
Ale: Cada vez es más potente la mujer en la escena musical, bandas de mujeres y todo su equipo, independiente del género musical, Denise Rosenthal ha trabajado así con un equipo femenino, Mon Laferte, entre otras. La mujer cada vez entra en escena y de manera potente, en su mensaje como en lo profesional en torno a la ejecución de su instrumento y voz.
Sirena: Siento que hoy lo más poderoso es que la mujer está trabajando a nivel de gestión, producción y difusión. Siempre digo esta frase: ‘Basta que la mujer le ponga un poquitito de amor a algo y explota ¡BOOOM!’ (risas). Ese amor que le ponen las mujeres ha generado algo mucho más que un comentario meloso y de orgullo de género. Se trata de construir una escena rockera que no distingue géneros.
¿Ha sido muy complejo insertarse en el escenario cultural y musical chileno, por el simple hecho de ser mujeres? ¿Hay prejuicios que aún hay que romper? ¿Cuáles?
Ilse: Sin duda ha sido complejo, sobre todo los primeros años. Nos trataban como la banda de minas que estaban jugando a hacer música, nos tiraban a abrir las tocatas con poca gente. Una vez, por ejemplo, cuando estábamos armándonos en el escenario, me preguntaron si sabía ocupar el amplificador, así como dando por hecho de que por ser mujer no tenía idea. Sin duda todavía hay prejuicios y constantemente hay que estar demostrando que somos buenas o que sabemos tocar. Todavía se nos juzga por nuestro aspecto físico e incluso se nos hace competir entre mujeres, comparándonos entre nosotras.
Ale: Hoy en día no tanto, pero si fue mucho más complejo cuando comenzamos, no nos trataban como una banda, sino como las chicas que tocan, en lugares bien en otros con un machismo instaurado que muchas veces desmotiva. Pero hoy hemos entrado más en la escena y con un trato como una banda, no como la “banda de mujeres”. La idea es seguir creciendo para ir posicionándonos más en la escena, entregar nuestro mensaje y música, independiente de nuestro género
¿Qué es para ustedes Aurora Voraz?
Ilse: Es mi proyecto musical central. El motor hace diez años de mi vida, gracias a Aurora Voraz he aprendido y me he desarrollado en muchos ámbitos. Ha desarrollado parte de mi personalidad, también en lo social y profesional, vivo en función de la banda.
Ale: Aurora Voraz significa perseverancia a pesar de todos los obstáculos. En estos 11 años se han logrado buenos frutos, lo que nos ha llevado a tener el día de hoy una propuesta más fuerte y segura.
Sirena: La materialización de lo que alguna vez fue un sueño.
Majo: Poder femenino, unión, actitud.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que han tenido que sortear?
Ilse: Principalmente que se abran los espacios para mostrar nuestra música. Ha sido difícil llegar a tocar a Santiago, por ejemplo. En la actualidad, creo que un desafío importante es compatibilizar los tiempos de madres, con los de los trabajos personales de cada una y la banda. Es difícil tener tiempo para todo, en el caso de los hijos/as, necesitas de una red de apoyo para salir a ensayar y tocar y si no la tienes, se torna muy complejo el trabajo con la banda.
Ale: Continuar después de las pausas y sin una bajista estable. En cuanto a la espera de bajista, definitivamente valió la pena la espera.
Sirena: Trabajo algunas temporadas como cantante de jazz en una compañía de cruceros. Créeme que me ha sacado más de alguna lágrima ‘voraz’ estar a tantos kilómetros.
Majo: Actualmente, hacer algunos cambios en la planificación de nuestro segundo disco, buscando formas online para poder seguir trabajando en él, avanzar y concretarlo. Personalmente significa mucho, ya que en el disco anterior solo grabé la intro y ‘Sueño Recurrente’, en cambio en este segundo, tengo la posibilidad de crear y de crecer como bajista.
En una palabra, ¿Qué ha significado esta pandemia para AV?
Ilse: Planificación
Ale: Conexión. Aunque ya teníamos planeada una especie de “cuarentena” para guardarnos a componer y grabar nuestro disco, hoy en día ha sido más complejo. Fue literal lo de guardarse. Solo ha quedado conectarnos e ir sacando buen provecho de la tecnología para planificar y trabajar en nuestra música
Sirena: ¡BOOOMM!
Majo: Recalendarizar (snif).
Expliquen un poco cómo ha sido la evolución de Aurora Voraz durante estos 11 años
Ilse: Hemos tenido muchas formaciones, sobre todo con distintas bajistas; ya que Ale en la batería ya lleva 10 años. Cada una de las chicas que han pasado por nuestras filas, han entregado su energía y eso se ha notado en cada una de las versiones de la banda. Creo que en los dos últimos años, desde la entrada de la Majo, hemos crecido más que nunca, nos hemos afiatado mucho y al fin los cuatro pilares están súper sólidos, tanto en lo musical como también en otros aspectos.
Ale: Ha ido evolucionando en todos los aspectos, desde lo musical, las letras, lo personal, lo que queremos mostrar en el fondo, lo que nos identifica, en la forma de expresarnos. Han sido once años de aprendizaje en el plano musical. Hoy en día tenemos ideas más claras en el mensaje, lo que queremos expresar, como mujeres sólidas, en esta sociedad que en gran parte del tiempo ha sido y sigue siendo ingrata con nuestro género, la música se transforma en nuestra voz y protesta.
Sirena: Algo así como de Australopithecus afarensis a Mujer sapiens sapiens (risas).
Majo: Llegué hace casi tres años a la banda y desde un comienzo para mí significó dar un paso más allá. Debuté con ellas tocando en Mendoza y nunca antes había tocado fuera del país. Estoy muy agradecida.
Hace siete meses, comenzó un estallido social que en este momento se encuentra ‘en pausa’ debido a la emergencia sanitaria: ¿Qué rol cumplió -y cumple- Aurora Voraz dentro de este despertar y cuál es la opinión que tienen ustedes como banda frente a esta parte de la historia de Chile?
Ilse: Como banda nuestra opinión es clara, somos parte de un pueblo oprimido, pasado a llevar, silenciado por mucho tiempo y este despertar sin duda, tenía que llegar en algún momento. Todas trabajamos con jóvenes y niñ@s, casi todas somos profes y creo hablar por las demás al decir que buscamos que nuestr@s estudiantes sean críticos, que opinen, se manifiesten y hagan valer sus derechos. Personalmente me enorgullece mucho esta generación de estudiantes que logró despertar a todo un país, fue hermoso ver como en todo Chile la gente alzaba la voz sin miedo, hay postales muy hermosas de las manifestaciones en todas las regiones.
Por puesto repudiamos la violencia de los pacos, de las fuerzas armadas en general, del gobierno, del presidente y todos sus ministros. Este despertar trajo también mucha tristeza e impotencia, por la guerra contra el pueblo, los abusos que no han parado; la violencia sigue y se ha manifestado incluso en esta pandemia. Una de nuestras canciones, ‘Shock’ habla de este descontento. Es una canción que tiene rabia acumulada y cuando fue el estallido y los meses posteriores, la letra se transformó en una denuncia de lo que estaba pasando.
¿Qué se viene para la banda en el futuro, entendiendo que el escenario es complejo producto de la emergencia sanitaria que nos encontramos viviendo?
Ilse: Nuestros planes no han cambiado mucho. Justo dos días antes desde que comenzó la suspensión de clases y la cuarentena, habíamos terminado nuestra última fecha programada, luego de esto nos íbamos a encerrar a componer para nuestro segundo disco. Así que estamos en eso, solo ha cambiado el hecho de que no nos podemos juntar presencialmente, así que estamos trabajando desde las casas. Nos adjudicamos un Fondo de la Música del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para realizar este nuevo álbum, la idea era lanzarlo en octubre, pero por todo lo que está pasando verá la luz el próximo año.
Fotos en vivo por Sebastián Domínguez